Tras ser la primera persona que resultó positivo a COVID-19 en Chiriquí, sustentó su práctica profesional, ahora es una profesional y un testimonio más de superación en la pandemia.
Por: Darío Fernández - Periodista
07/07/2020 - 12:38 a.m.
Rosario Avendaño estaba desarrollando su práctica profesional como técnico forestal en una zona alejada en la provincia de Veraguas, cuando tuvo que regresar en un viaje breve hasta su natal Chiriquí para recoger algunos recursos y continuar su meta.
"Aquí le informaron que la práctica se había suspendido por el tema de la pandemia, pero dos días después le dicen que el profesor que estaba dando las practicas era positivo de
COVID-19 y ella se puso muy nerviosa, pero no dudo mucho y el mismo día que le avisaron ella se apersonó en la policlínica de Bugaba, se hizo las pruebas y dió positiva" dijo la abnegada madre de Rosario, la maestra Berta.
Rosario tiene 43 años, es oriunda del corregimiento de Tijeras en el distrito de Boquerón, tuvo que resistir a las críticas y desinformaciones que difundían alguna personas en las redes sociales, donde la acusaban de haber estado en Minera Panamá entre otras calumnias más que distan mucho de la realidad.
Cuando llegó la triste noticia del resultado positivo lo primero que hizo la familia fue aislarla en su habitación, lejos de sus seres queridos y de su comunidad, luego el ministerio de salud (MINSA) la internó en el hotel hospital ubicado en el distrito de David.
"Fue tan duro el golpe y había mucha desesperación, pero yo que confío en Dios, me aferré a su mano, pidiéndole que sacará a mi hija de esto y me diera fuerza" continúa narrando la mamá de Rosario.
La alegría fue inmensa cuando se recuperó, el 15 de abril salió entre aplausos y lagrimas de alegría del hotel hospital luego de marcar negativo a dos pruebas de serología su familia ya la podría ver, y luego de catorce días de cuarentena preventiva, abrazarla.
En su cuenta de instagram la paciente recuperada agradeció al equipo médico de trabajo "No me alcanza para agradecer por su labor ardua y de amor que depositan en cada paciente" publicó Rosario.
Rosario Avendaño no desistió de su carrera universitaria y recientemente presentó su trabajo de grado, convirtiéndose en una profesional con vocación de solidaridad, ya que convenció a un compañero que había obtado por no graduarse, ante la falta de recursos, para que hicieran el trabajo en equipo y cumplir la meta por la que se sacrificaron.
La historia de Rosario Avendaño, es un hito de éxito y esperanza en medio de la pandemia COVID-19 en la que 770 familias han llorado un hermano, un hijo, una madre, una abuela o un amigo.
Una pieza que resplandece junto a los más de 18,036 recuperados, que después del COVID-19 siguen con su vida, con una mejor versión, con la experiencia de contar que sobrevivieron al principal enemigo común que en este momento tiene el mundo.
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